Autoaceptación: dejar de luchar contra uno mismo
Aceptar no significa resignarse, sino dejar de pelear con lo que ya es, con lo que ya está presente en nosotros. La autoaceptación nos permite mirar nuestras luces y sombras sin juicio, con honestidad y sin necesidad de encajar en moldes ajenos. Aceptar lo que sentimos, pensamos o somos en un momento dado no impide el cambio, al contrario: es el primer paso para transformarnos desde un lugar más auténtico. Desde la terapia, trabajamos la autoaceptación para: Vivir con más calma es posible No se trata de eliminar todo malestar, sino de aprender a relacionarnos con nosotros mismos de forma más amable y consciente. El mindfulness, la compasión y la autoaceptación no son soluciones mágicas, pero sí caminos profundos y transformadores para reconectar con el equilibrio interno, especialmente en momentos de estrés, ansiedad o desconexión emocional. Si sientes que tu mente no para, que te exiges demasiado o que te cuesta encontrar calma en tu día a día, puede ser un buen momento para explorar estas herramientas, ya sea en terapia o a través de prácticas personales.